Hemos extraído el extraordinario legado de la marihuana procedente de Jamaica y Afganistán para crear la Purple Bud Feminizada. Es fácil de cultivar tanto en interiores como en exteriores, incluso en climas fríos con veranos que terminan rápido. Las bajas temperaturas potencian los tonos violáceos que presentan las plantas conforme la floración progresa, dando como resultado una cosecha muy colorida llena de densos cogollos. Al consumirse provoca una sensación alegre y relajante, duradera, perfecta para el consumo social o a solas.
Patrón de cultivo de Purple Bud Feminizada de White Label
Las semillas de marihuana Purple Bud Feminizadas de White Label se han desarrollado a partir de algunas de las variedades indica más premiadas del mundo, con origen en la cadena montañosa de Hindú Kush. Las plantas presentan un patrón de crecimiento típico de las indica, con tallos y ramas robustos y cortos.
Sin embargo, son ligeramente más altas que la indica media, mostrando así su componente sativa. Se puede mantener el tamaño compacto de la Purple Bud Feminizada si el periodo vegetativo es corto. Y, al contrario, si se alarga se consigue que sean más altas.
La variedad es robusta y puede soportar la mayoría de los problemas de poca importancia asociados al cultivo. Incluso aquellas personas que no tienen mucha experiencia deberían ser capaces de generar unos buenos resultados a partir de esta variedad. Junto con la White Skunk, es una excelente opción para los principiantes.
La Purple Bud Feminizada posee un periodo de floración corto, con un ciclo que dura unas 9 semanas. Durante este tiempo, aparece una cantidad considerable de flores púrpuras alrededor de los nudos y en la parte superior de las ramas y tallo. Los cogollos son densos, macizos y con puntas, y poseen una gruesa capa de tricomas.
Como ocurre con todas las variedades de “hierbas púrpuras”, las hojas y flores pueden empezar a tornarse violetas si se exponen a temperaturas más bajas. Sin embargo, cada planta es un mundo, algunas de ellas se quedarán verdes. Esta variación ocurre de forma natural y es característica de este tipo de marihuana.
Sin embargo, la familia Purple Bud se ha criado de forma cuidadosa para maximizar la coloración púrpura, y muchas de las plantas muestran tonalidades moradas conforme se alcanza el final del periodo de floración. Algunas incluso presentan hojas purpúreas, mientras que otras seguirán teniendo sus hojas verdes que hacen un precioso contraste con las flores moradas.
La Purple Bud Feminizada crece bien en interiores, y los métodos de Mar de Verde (SOG) y Pantalla de Verde (SCROG) son buenas opciones durante el cultivo. Las plantas también responden bien al topping, que crea varios tallos y colas.
Se puede cultivar en exteriores, en climas templados y continentales. Si se planta a principio de la primavera, en la tierra, puede alcanzar alturas considerables para ser una planta “compacta”, y es muy probable que produzca una cosecha excelente.
Efecto, sabor y aroma de Purple Bud Feminizada de White Label
La Purple Bud Feminizada posee el clásico aroma terroso de un híbrido indica, combinado con un dulzor herbal y notas a arándanos. Este aroma se hace más intenso conforme la planta entra en el periodo de floración.
Al consumirla, los cultivadores notarán que las notas dulces se abren paso con fuerza, quedando equilibradas con toques a pino y especias. Algunas personas prefieren vapear los cogollos para asegurarse de que se libera todo su sabor.
Gracias a su herencia indica/sativa, la Purple Bud Feminizada produce un subidón inicial muy estimulante, el cual va desarrollándose suavemente hasta alcanzar un estado de relajación profunda, pudiendo durar un par de horas, o incluso más. Algunos usuarios afirman que es una buena opción para antes de ir a dormir, pues posee un efecto soporífero muy agradable. Sin embargo, en grandes cantidades puede tener el efecto contrario y hacer que la mente se active.
